La cosa empezó fatal porque al llegar al aeropuerto no estaba el dueño del apartamento que nos tenía que venir a recoger. Y todavía empeoró porque cuando le llamé por teléfono me dijo que no solo se había olvidado de recogernos sino que, además, se había olvidado de hacerme la reserva.
Vamos, que no teníamos apartamento.
Yo ya me veía buscando hotel y gastándome una pasta por un cuchitril más o menos céntrico.
Pero no sé que dioses de la fortuna se apiadaron de nosotros; el dueño del apartamento nos buscó otro que, aunque estaba menos céntrico que el que habíamos reservado, nos costó el módico precio de 0 euros. (¿Que menos no?)
Asi que, a continuación, unas instantáneas de lo más típico de Roma que aconsejamos no os perdais si viajais a esa magnífica ciudad.
El foro romano. (Esta vista es espléndida, uno puede hacerse la idea de cómo era la ciudad cuando vivían los grandes césares).
El Coliseo. (Muy cerquita del foro. Rodeado de romanos disfrazados de centuriones que ofrecen posar contigo por 10 €).
La Fontana de Trevi. (Todo el mundo lo sabe. Hay que hacerse la foto tirando la moneda.)
Laoconte. (En los museos vaticanos. No sólo están los frescos de Miguel Ángel al final del recorrido).
Tiramisú. (Marce se comió ese que aparece abajo a la izquierda. La foto no le hace mérito... os lo aseguro).
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